4.11.07

Cada uno muere solo, o Morir en Berlín


Ya nombré hace poco aquí a Hans Fallada; no quiero extenderme en su vida, que podéis leer en el enlace (en inglés o en francés). He terminado Seul dans Berlin (folio), una muy buena novela sobre el Berlín de los años 40, con su Gestapo, sus opositores al régimen y sus bajos fondos berlineses. Se publicó en 1947, poco antes de la muerte, por sobredosis, del autor.

En un Berlín empobrecido, pero enardecido por la victoria sobre Francia, una triste carta llega a Otto y Anna Quangel: su hijo ha muerto en el frente. Esto les lleva a la decisión de luchar contra el régimen nazi, de una forma tan sencilla como es escribir cartas contra la guerra y el Führer y depositarlas en las escaleras de edificios transitados.

Podría parecer que, a partir de este momento, se desata una historia de justos y malvados, pero no es así. Por medio de pequeñas escenas, Fallada muestra a diferentes seres, la mayoría degradados, pero algunos heroicos, que intentan sobrevivir sin plantearse grandes problemas en torno a la política. Emil Borkhausen, el soplón al que todo le sale mal; Enno Kluge, el pequeño donjuán que vive de las apuestas; los Persicke, miembros del Partido, y, entre ellos, el padre alcoholizado; pero también la idealista Trudel Baumann, o la cartera Eva Kluge, que se aparta del mundo cuando se entera de que su hijo es un auténtico SS asesino.

Cautivador es el recorrido por ese Berlín bombardeado, oscuro, lleno de espías, siempre cerca de la Alexanderplatz; pero también encogen el corazón las escenas en las cárceles de la Gestapo, las torturas o los juicios ante el Tribunal del Pueblo Alemán (nombre del tribunal que juzgaba los delitos por alta traición).

Por momentos nos encontramos con una novela policiaca: la de la búsqueda del "Aguafiestas", nombre que da el comisario Escherich al desconocido autor de las cartas antinazis. El comisario es otro de los grandes personajes: un policía de la vieja escuela, que sigue cazando hombres, ahora bajo el Tercer Reich, y que hace su trabajo en la Gestapo sin plantearse para quién lo hace.

Además, técnicamente me parece una buena novela; el uso de la división en capitulillos y escenas sirve, en ocasiones, para utilizar la técnica del contrapunto, muy interesante cuando, por ejemplo, vemos cómo se oculta Enno Kluge y, a continuación, cómo le sigue Borkhausen. Aunque en ocasiones el autor cae en lo sentimental, son pocas, y se mantiene hábilmente la intriga.
Es una novela que trata sobre la necesidad de mantenerse "puro" en un mundo corrupto. Pero esto te lleva a "morir solo". Creo que podría salir una buena película de este libro, y que debería traducirse al castellano. Y no digo más, que no quiero chafar la novela a Julio.

3 comentarios:

  1. Anónimo11:52 a. m.

    Hola, Alfonso.
    Tengo una interesante película de la RDA (1988, subtitulada en español) sobre los últimos años de Hans Fallada, con su vida tortuosa, sus problemas de creación, su adicción a las faldas y las drogas. Excelente documento sobre este autor, no siempre valorado como se merece dentro y fuera de Alemania.
    Dame tu dirección postal por correo electónico y allá va.
    Un fuerte abrazo. Y siento el varapalo de anoche en La Romareda.

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  2. Pues muchas gracias, Joserra, ahora te mando la dirección. Un abrazo

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  3. Bueno, así también la veré yo. Ya sabía yo que Joserra iba a estar al quite. En cuanto al libro,le tengo ganas, lo que pasa es que no tengo mucho cuerpo para leer ahora en francés.
    Nos vemos.

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