Para entender lo que representa Venecia, podemos recurrir (sin abandonar la comodidad del sofá) a libros como los de Jan Morris (Venecia, en RBA), un clásico de la moderna narrativa de viajes, con sus informaciones sobre la vida en la ciudad; o de John Julius Norwich (Venecia en el siglo XIX. El paraíso de las ciudades, ediciones Almed, que aún no he leído), más histórico; o buscar la nota lírica de Joseph Brodsky en Marca de agua (Siruela); o profundizar en el alma de la ciudad a través de las novelas negras de Donna Leon y su comisario Brunetti. Pero para saber lo que ha representado la ciudad para muchos europeos, quizá conviene leer, por encima de los anteriores, Una temporada en Venecia (Minúscula), de Wlodzimierz Odojewski.
El relato, diminuto como casi todo lo que publica esta editorial, es otra pequeña joya literaria. Ambientado en los meses anteriores a la invasión de Polonia por los nazis y durante el comienzo de la ocupación, nos presenta a un niño, Marek, que sueña desde pequeñito con viajar a Venecia, que lo sabe casi todo sobre la ciudad, pero la guerra le impedirá viajar a cumplir su sueño. Poco a poco, el relato se convierte en un estupendo relato de iniciación (el bombardeo, los fugitivos...) y maduración. Pero, ante las miserias y preocupaciones, la imaginación transformará la realidad, y el ya no tan pequeño Marek podrá vivir "su" Venecia (no cuento cómo, porque perdería emoción y ternura la lectura).
De nuevo, la pequeña editorial nos sorprende y maravilla (a pesar del precio).
Caramba, qué coincidencia, es el último libro que me he comprado! A ver si un día coincidimos en un librería...
ResponderEliminarPues sí, sería buena idea para conocer a alguien tan desconocido como tú y compartir lecturas...
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