Memorias de Weimar: Klaus Mann
A vueltas con los Mann. Llevo unos días leyendo sobre Thomas y Heinrich Mann (pero todavía no me atrevo a entrar en sus obras), cuando encuentro Cambio de rumbo. Crónica de una vida, de Klaus Mann (Alba editorial, traducción de Genoveva y Anton Dieterich). Klaus, hijo mayor de Thomas Mann, fue un niño bien burgués, culto y libre, que, a pesar de sus primeros intentos en la literatura, sólo se hizo escritor a partir de la experiencia del exilio: sus grandes obras son Mefisto (DeBolsillo), El volcán (Edhasa) y Huida al norte (Cátedra), todas ellas con elementos autobiográficos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Klaus Mann, exiliado en Estados Unidos, se enrola en el ejército americano, desembarca en África, luego en Italia, participa en la propaganda antinazi... pero la paz no le ofrece nada. Nadie es en la nueva Alemania, incluso su Mefisto le ocasiona problemas judiciales. Acaba con su vida en Cannes, en 1949.
Y copio un texto de estas memorias sobre los años veinte y la joven generación que salió de la guerra:
"La Europa y especialmente la Alemania de los años veinte estaban tan agotadas como exacerbadas. No era precisamente la toma de conciencia lo que perseguía esa sociedad exhausta y descentrada; la gente más bien deseaba olvidar: la miseria presente, el miedo al futuro, la culpa colectiva...
¡La orgía colosal de odio y destrucción ya pasó! ¡Disfrutemos de las diversiones dudosas de la supuestas paz! ¡Tras los excesos sangrientos de la guerra llegó la broma macabra de la inflación! ¡Qué diversión tan angustiosa ver cómo se derrumba el mundo! ¿No soñaron en su día los poetas solitarios en un "cambio de valor de los valores"? En lugar de ese cambio vivíamos ahora la desvalorización total del único valor en el que una época sin Dios había creído: el dinero. El dinero se volatilizaba, se disolvía en cifrans astronómicas. ¡Siete mil millones y medio de marcos del Reich por un dólar americano! ¡Nueve mil millones! ¡Un millón de millones! ¡Qué chiste! ¡Para morirse de risa! Turistas americanos compran muebles barrocos por un bocadillo, un Durero original vale dos botellas de whisky. Los Krupp y Stinnes se libran de sus deudas: el hombre de la calle paga la factura. ¿Quién se atreve a quejarse? ¿Quién protesta? (...) ¿Había alemanes tan ingenuos como para esperar un efecto purificador de la revolución? ¡Como si hubiera habido una revolución! ¡Todo mentira! ¡Todo ilusión!
¡Los estraperlistas bailan el fox-trot en los hoteles Palace! ¡Unámonos a ellos! al fin y al cabo nadie quiere ser un aguafiestas... (...) El jazz nos parece "fantástico", "colosal"; es una novedad, el último grito. (...) Aquel caballero de enfrente encarga ya su tercera botella de champaña: tendrá divisas... (...)
Todos encajan con todos, poco importa. Esta muchacha encaja con ese muchacho igual que encaja con el siguiente y, si la dama se pone difícil (quizá tiene un amorío con su caballo o con la cocinera), los dos chicos, visto y no visto, se arreglan tan ricamente sin la chica... El dólar sube, ¡dejémonos caer! ¿Por qué vamos a ser más estables que nuestra moneda? ¡El marco del Reich baila: nosotros bailamos con él.
Millones de hombres y mujeres desnutridos, corrompidos, desesperadamente ávidos, furiosamente sedientos de diversión danzan y giran en el delirio del jazz. (...) La bolsa brinca, los ministros se tambalean, el Parlamento hace cabriolas. Inválidos de guerra y especuladores, estrellas de cine y prostitutas, monarcas retirados (con indemnizaciones suntuosas) y licenciados jubilados (sin indemnización alguna): todos sacuden el esqueleto con siniestra euforia. Los poetas se retuercen con convulsiones visionarias; las girls de los nuevos teatros de revista mueven animadas el trasero. La gente baila el fox-trot, el shimmy, el tango, el anticuado vals y el moderno baile de san Vito. La gnete baila el hambre y la histeria, el miedo y la avidez, el pánico y el espanto."
Etiquetas: Klaus Mann, Weimar
1 Comments:
Hola. Me preguntaba si tenías algo de Mann en la pc. Estudio Filología en Cuba y estoy inmersa en un proyecto sobre la literatura en lengua alemana durante la Segunda Guerra Mundial.Llevo semanas buscando algunos textos que necesito, y no he podido descargar ninguno free.
Si puedes ayudarme envíame un mail a arya531994@yahoo.es, por favor.
Por cierto, tu texto es excelente, creo que debí haber comenzado por ahí.
Perdona lo abrupto de mi comentario, pero francamente estoy desesperada.
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