Llevo días en que, o no hay tiempo para la lectura (puto trabajo...), o la cabeza ya no funciona por las tardes (puto trabajo...), o lo que cae en mis manos no merece la pena, aunque siempre me doy cuenta después de cien páginas leídas. Así que no había nada que decir en el blog, y era mejor leer lo que dicen los amigos (http://conde-duque.blogspot.com, http://camabarca.blogspot.com, http://julionarrow.blogspot.com, entre otros).
Hace quince días quería hablar de un libro que me compré, aunque ya lo había leído: El museo desaparecido. La conspiración nazi para robar las obras maestras del arte mundial, de Héctor Feliciano, una investigación casi policial que nos lleva de los artistas a los marchantes y a la "política" nazi sobre el arte. Merece la pena darse una vuelta por este museo, porque nos da claves para entender el mercado del arte, y también la actitud de las dictaduras ante él.
El único placer de esta semana es que me han llegado, por dos conductos diferentes (gracias, Julio, como siempre), dos libros que tenía muchas ganas de tocar, oler y leer: son Sociedad y cultura en la República de Weimar. El fracaso de una ilusión, y El desempleo de masas en la Gran Depresión. Palabras, imágenes y sonidos, los dos del profesor de la Universidad de Valladolid José Ramón Díez Espinosa. Espero leerlos pronto, que parecen muy sabrosos, y dar aquí larga cuenta de ellos.
Un saludo.
Esté en primera línea de playa, a ver cuándo acabamos de exámenes y demás y seguimos. Cuídese.
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