Atractivo libro de una nueva editorial (Herce), a pesar de que promete más de lo que da. Nos encontramos con una serie de recuerdos del autor de sus viajes a Praga, fundamentalmente antes de la caída del Muro, y sus encuentros con las calles y las gentes de la ciudad. A veces frío, como parece ser el carácter del autor, a veces más emotivo, especialmente cuando pasea por la ciudad, por calles que luego no vuelve a encontrar en posteriores visitas. Irregular a veces, como cuando nos cuenta las vidas de Tycho Brahe y Johannes Kepler en Praga (Banville escribió un libro sobre Kepler), a pesar del interés que suscitan las vidas de magos, astrólogos y alquimistas a lo largo del libro. No se decanta por el libro de viajes basado en anécdotas históricas o el basado en experiencias personales, lo que hace cojear al libro. Y se basa constantemente en el magnífico Praga mágica, de Angelo Maria Ripellino.
Pero un libro que habla de Praga siempre es bueno, a pesar de sus debilidades (como La Praga de Kafka, de Klaus Wagenbach, recientemente en Quinteto), por ese ambiente misterioso que tiene la ciudad para los que nunca iremos a ella (ambiente recreado magníficamente en la kafkiana Sombras y niebla, de Woody Allen). Y es mejor cuando te descubre algo nuevo, como sucede con éste de Banville.
Lo que me ha descubierto han sido las fotografías de Josef Sudek, fotógrafo manco próximo al surrealismo, que desarrolló su carrera desde los años 30, y bajo los nazis y el comunismo, con una antiquísima cámara, y que, para muchos, supo captar el alma de la ciudad, sea lo que sea eso. Las fotos de esta entrada son suyas, las que he podido encontrar en la web. Un placer praguense.
Las fotos de Sudek son bellísimas (también tiene algunas de un erotismo perturbador), lo del libro ya veremos, que dijo un ciego.
ResponderEliminarAbrazo
Pues a ver si encuentro las del erotismo pertubador, que esas no las he visto. Bienvenido de nuevo, y a ver si escribo algo más. Gracias por el comentario y abrazo fuerte.
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