7.3.07

Chaplin y el cine, según K.


"Es un hombre muy enérgico y obsesionado por el trabajo. Sus películas humean de desesperación ante la invariabilidad de lo mediocre, pero no se rinde. Como todo verdadero humorista, tiene la dentadura de una fiera; con ella se lanza al mundo. Lo hace de una manera muy personal. A pesar de su cara blanca y de las negras ojeras, no es un Pierrot sentimental, pero tampoco es un crítico mordaz. Chaplin es un técnico. Él es hombre en un mundo de máquinas en el que la mayoría de sus congéneres ya no disponen del sentimiento y de las herramientas mentales necesarias para apoderarse como es debido de la vida que les ha sido prestada. No tienen imaginación. Así que Chaplin se pone a trabajar en ello: igual que un mecánico dentista fabrica dentaduras postizas, él crea prótesis de imaginación. Eso es lo que son sus películas. Eso es el cine en general. (...) Para mí lo cómico es un asunto demasiado serio. (...)

- ¿No le gusta el cine?

Kafka respondió tras reflexionar un momento:

- En realidad nunca me lo había planteado. Es cierto que es un juguete extraordinario, pero yo no lo resisto, tal vez porque tengo una predisposición demasiado "óptica". Soy un hombre visual. En cambio, el cine impide la mirada. La fugacidad de los movimientos y el rápido cambio de imágenes nos fuerzan constantemente a echar un simple vistazo. No es la mirada la que se apodera de las imágenes, sino que son éstas las que se apoderan de la mirada. Inundan la conciencia. El cine supone ponerle un uniforme a un ojo que hasta entonces había ido desnudo.

- Ésa es una afirmación terrible -comenté-. El ojo es la ventana del alma, según dice un proverbio checo.

Kafka asintió.

- Y las películas son contraventanas de hierro.

(En Gustav Janouch, Conversaciones con Kafka, Destino, 2006, traducción de Rosa Sala)

Etiquetas: , ,

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy buena la cita, y una reflexión interesante, lástima que el libro sea tan caro. De todos modos, de Kafka también están los aforismos, que es otro tipo de escritos.
Saludos

1:43 p. m.  
Blogger conde-duque said...

"El cine supone ponerle un uniforme a un ojo que hasta entonces había ido desnudo".
La frase es genial, desde luego. Llevo mucho tiempo queriendo leer este libro. Lo que conozco es la historia del libro, cómo se originó, porque supongo que son conversaciones reales, cuándo las transcribía, etc.
A lo mejor nos puedes ilustrar un poco sobre el particular, Alfonso.

1:41 a. m.  
Blogger conde-duque said...

"Lo que NO conozco", quería decir.

1:42 a. m.  
Blogger Alfonso said...

Pues lo único que sé, conde-duque, es lo que dice el propio Janouch en el prólogo del libro: que conoció a Kafka (el cual trabajaba con el padre del autor) en 1920 y lo trató hasta su muerte, y que fue anotando en su diario sus conversaciones en el despacho de Kafka y las lecturas que comentaban juntos. Tras la Segunda Guerra Mundial, empujado por sus amigos, transcribió esas conversaciones y se las envió a Max Brod, el amigo de Kafka, para que las publicase, pero, por un malentendido, no salió completo, cosa que sí sucedió en los 60. El libro promete más de lo que es, porque a ratos habla mucho de sí mismo, pero si te interesa Kafka, encuentras una serie de opiniones llamativas, y, sobre todo, una imagen muy humana de un autor que ha escrito tanto sobre la deshumanización.
Gracias por pasar por este camino, conde-duque

12:39 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home