22.11.07

Trieste

Hay lugares remotos muy próximos. Remotos, porque nunca estaremos, porque representan un símbolo de nuestra alma, porque representan más de lo que son. Entre ellas, Lisboa, puente entre Europa, América, África y la melancolía; entre ellas, Praga, Viena, Berlín (otro día hablo de éstas). Entre ellas, Trieste, italiana, germánica y eslava. Lugar de la literatura y de la historia: Joyce, el doctor Ettore Schmitz/míster Italo Svevo, Umberto Saba, Rilke en Duino, el archiduque Maximiliano, que moriría en Querétaro (cuánto me gustó la novela del mejicano Fernando del Paso Noticias del Imperio), los pretendientes carlistas... Algo de este misterio muestra Stefan Hertmans en uno de los capítulos de sus Ciudades (Pre-textos)

Pero Trieste es ahora la ciudad de Claudio Magris. Y aparece en castellano Trieste. Una identidad de frontera (Pre-textos). Con él cerramos los lectores españoles una tetralogía que explica el mundo magrisiano (valga la expresión): en El mito habsbúrgico en la literatura austriaca contemporánea (Universidad Nacional Autónoma de México) nos encontramos el mito del que ha vivido la ciudad desde que entró a formar parte de Italia; en Microcosmos(Anagrama) recorremos el "pequeño mundo antiguo" de Magris, desde los cafés de Trieste a las montañas del Friuli y el mundo fronterizo esloveno; en El Danubio (Anagrama) acompañamos al río que gobierna ese mundo que tenía salida al mar por Trieste.

De todas formas, esperaba una especie de guía cultural (con sus paseos y paisajes, su cultura y el saber hacer de un experto narrador), sino un resumen de la historia reciente de la ciudad, desde el siglo XIX hasta el momento de la escritura, a través del irredentismo italiano, el fascismo, la posguerra mundial... y todo trufado de referencias a los creadores de la cultura e identidad triestina. Las páginas literarias son muy buenas, se nota el profesor de literatura detrás de ellas; dan ganas de leer a algunos autores no traducidos al español. Pero elude el mito triestino (habsbúrgico fundamentalmente) y el aura de misterio, de lugar remoto, que otros otorgamos a la ciudad. En resumen, un buen libro para los admiradores de Magris, pero no imprescindible.
Más imágenes de Trieste, en la magnífica página de El poder de la palabra (aquí).

P.S.: Otro texto, interesante históricamente y literariamente excelente, relacionado con el tema, es Verde agua (minúscula), de Marisa Madieri, donde la difunta esposa de Magris relata sus memorias de infancia, el exilio de la Fiume ocupada por Yugoslavia, la vida en Trieste en la posguerra. Y, relacionado con Madieri, la última obra publicada en España de Magris en Anagrama: Así que Usted comprenderá, una deliciosa actualización del mito de Orfeo y Eurídice, con fondo autobiográfico (ya sé que algunos críticos le han dado palo, pero me ha gustado mucho). También hay ecos triestinos en A ciegas, que creo la mejor novela de Magris (quizás la única, pues sus otros textos son mixtos de ensayo y narración)

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3 Comments:

Blogger Ana said...

No sabes lo sorprendida que estoy al ver este blog, desde octubre del 2006! (y a la vez avergonzada por no haberlo descubierto antes, yo, que por internet lo encuentro todo...).
Cotilleé un poco, y entre tanta República de Weimar y libros de los que no había oído hablar en mi vida (lo cual también me avergüenza un poco), descubrí una reseña tuya hace unos meses, en julio, acerca de la muerte de varios directores de cine: Ingmar Bergmann y Antonioni entre otros (los demás aún no los conozco). Es curioso porque este trimestre, entre tanta película me tragué Blow Up de M.A. (aún mantengo la cara de idiota al ver el final) y Persona de Bergmann, que realmente me gustó. Nada, sólo eso, me sentí un poco más culta al ver que entendía algo de tu blog (a parte del carpe diem).
Seguiré investigando.

un beso
Ana

7:59 p. m.  
Blogger Alfonso said...

Eres rápida, muchacha... (que suene música de western). Y no sé si has visto ya la tontería que he hecho con tu vídeo.
Bueno, no te avergüences de nada, a veces ni yo he oído hablar de lo que hablo, y casi guardo en secreto (lo que es una tontería)la existencia de este blog, que inicié para "comunicarme" con mi amigo Julio (tienes que leer su blog, http://julionarrow.blogspot.com, porque te gustará mucho más, y habla mucho de cine y otras cosas). Espero poner algo que guste más algún día, porque mi otra joven amiga, Blanca, me ha echado en cara lo aburrido del blog. Si es que me hago mayor...
Un besazo

8:15 p. m.  
Blogger narrow said...

Tercio en la conversación. Lo de Trieste ya sabes que hace años que me ronda por la cabeza, así que un día de estos me busco la vida y me pongo tibio de hacer fotos. A ver si es verdad y la realidad no fastidia la fantasía de la ficción.
Un abrazo.

2:52 p. m.  

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