Horacio, Odas, I, 11
No preguntes (no es lícito saberlo) qué fin a mí, cuál a ti
han dado los dioses, Leucónoe, ni consultes
las piedras babilonias. Cuánto mejor soportar lo que vendrá,
tanto si Júpiter nos ha concedido muchos inviernos o el último,
que ahora fatiga al mar Tirreno con las peñas porosas;
sé sabia, filtra los vinos y, en este espacio breve,
abandona una esperanza a largo plazo. Mientras hablamos, huye
el tiempo envidioso: disfruta del presente, y cree poco en el futuro.
han dado los dioses, Leucónoe, ni consultes
las piedras babilonias. Cuánto mejor soportar lo que vendrá,
tanto si Júpiter nos ha concedido muchos inviernos o el último,
que ahora fatiga al mar Tirreno con las peñas porosas;
sé sabia, filtra los vinos y, en este espacio breve,
abandona una esperanza a largo plazo. Mientras hablamos, huye
el tiempo envidioso: disfruta del presente, y cree poco en el futuro.
Etiquetas: Carpe diem, Horacio
4 Comments:
Que Casi no se Lee! O sea que el carpe diem no era un tipo de carpaccio... Qué cosas
Qué poco respeto, y qué poca gracia, julionarrow...
Tu ne quaesieris, scire nefas, quem mihi, quem tibi finem di dederint Leucomene, nec Babylonios temptaris numeros. Ut melius quidquid erit pati, seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam, quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare Tyrrhenum: sopias, vina liques, et spatio brevi spem longam reseces. Dum loquimur , fugerit invida aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.
gracias! m sirvio para el liceo ^^
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