30.10.06

Joseph Roth, de nuevo


"En los últimos años de su vida, Joseph Roth emprendió la reducción consecuente de todos los valores a una zona de ironía temeraria con que reconoció la irrealidad del mundo narrado. La verdadera ironía no es profanación sino ternura y desencanto, un acto piadoso e inclemente al mismo tiempo. La ironía es protección de los afectos y proyección del sentimiento. Roth invirtió la relación entre el narrador jasídico y su comunidad, y trasladó esa atmósfera a los antros de quinta, donde conviven marginados y putas como si sólo ahí fuera posible recobrar el carácter sagrado de la vida" (de José María Pérez Gay, El imperio perdido, México, Cal y arena, 1991; un excelente libro sobre la vida y la obra de Hermann Broch, Robert Musil, Karl Kraus, Joseph Roth y Elías Canetti: imprescindible para aquél a quien le guste la última literatura decente de Europa, la de entreguerras)

En una ocasión le preguntaron a Confucio por dónde empezaría a gobernar un país, y él respondió: “Mejoraría el lenguaje”. Asombrados, sus discípulos le dijeron que esa respuesta nada tenía que ver con su pregunta: ¿qué significaba mejorar el lenguaje? Entonces, Confucio aclaró:
“Si el lenguaje carece de precisión, lo que se dice no es lo que se piensa.
Si lo que se dice no es lo que se piensa, entonces no hay obras verdaderas.
Si no hay obras verdaderas, entonces no florecen el arte ni la moral.
Si no florecen el arte ni la moral, entonces no existe la justicia.
Si no existe la justicia, entonces la nación no sabrá cuál es el rumbo: será una nave en llamas y a la deriva.
Por esto no permitáis la arbitrariedad con las palabras. Si se trata de gobernar una nación, lo más importante es la precisión del lenguaje”.
(Extraído de José María Pérez Gay, El imperio perdido, México, Cal y arena, 1991)

29.10.06

Scoop, de Woody Allen


Ayer vi la nueva película de Woody Allen, Scoop. Fiel, como siempre, a esta nueva cita con Allen, iba un poco preocupado, porque me dijeron que la crítica opinaba que era "una comedia menor": ¿Qué es eso? La verdad es que no suelo hacer caso de los críticos, y tampoco me equivoqué esta vez; estuve riéndome durante la hora y media de proyección casi sin parar. La verdad es que los críticos creen que Allen tiene que filmar una obra maestra cada vez, pero, si todas sus películas fueran obras maestras, ¿qué sentido tendría ese concepto?
Nos reencontramos en la película con lo que a mí más me gusta del director, los personajes extravagantes y los gags geniales ("me crié en la confesión israelita, pero cuando crecí me convertí al narcisismo"; "no podría vivir en Londres por el tráfico y el idioma"), unidos en ese extraordinario personaje que es el mago Splendini, tan loco y estrafalario como tantos otros personajes de su primera época. Scarlett Johannson, normalita, en el papel de Sondra Pransky, una estudiante americana de periodismo, un poco tonta; con algún cambio, el guión funcionaría igual sin ella. Y las maravillosas imágenes de ciudades, en este caso Londres, habituales en el cine del neoyorquino. Magnífica la escena del barco de la muerte, imagen bergmaniana de gran fuerza. Y una sorpresa en la banda sonora: esta vez no hay jazz, sino Cascanueces y El lago de los cisnes, entre otras piezas de música clásica. Argumento previsible, pero no vamos a ver las películas de Woody Allen por el argumento, sino por la diversión, que esta vez está asegurada. Disfrutad con Scoop.

17.10.06

Muito obrigado y foto


Todavía no domino el sistema de blogger, así que hasta que aprenda a hacer todo (supongo que es muy sencillo, y yo muy torpe) agradezco en esta nueva entrada los primeros comentarios en el blog: gracias, julionarrow, y muito obrigado, zecalouro, prazer de falar com você. También aprovecho para colgar la foto de Roth que iba a poner en el último comentario, pero que blogger no me dejó, no sé por qué (esto de la informática sigue siendo un misterio más grande que el de adónde va el dinero de los impuestos). Saludos

16.10.06

Joseph Roth, el clásico moderno

Acabo de leer Escenas de la vida burguesa (Perlefter y Fresas, dos relatos inacabados), de Joseph Roth (Siglo XXI), y he disfrutado como un enano. Antes de hablar del libro, una consideración: cuando editan hasta las novelas inacabadas de algún autor, es que ha alcanzado ya la categoría de un clásico. A pesar de que en ocasiones se edita hasta el papel higiénico, con tal de que lo haya tocado uno de los GRANDES, no es esto lo que nos encontramos en este libro: son dos posibles obras maestras que la compleja vida de Roth le impidió acabar, y ya en estos fragmentos encontramos lo mejor de él. A mí es uno de los autores que más me gusta leer, porque nada en él es superfluo, porque tiene una especial habilidad para narrar de la manera más sencilla, y, lo que parece una tontería, pero me capta especialmente en él, porque sus descripciones son parte fundamental de la historia (en muchas novelas me salto las descripciones, que el autor ha dejado ahí porque "tocaba" describir, y no me pierdo nada). Ah, y porque siempre hay IDEAS, algo de lo que carece la mayor parte de la novela actual.
Poco a poco, Roth se ha ido imponiendo en las librerías españolas, sin llamar especialmente la atención, pero ya están traducidas casi todas sus novelas y relatos, y ya se empiezan a editar recopilaciones de sus artículos (algo queda, como la reedición de Judíos errantes; Roth fue el periodista en lengua alemana mejor pagado en los años 20 del siglo pasado).
Clásico ya, pero moderno, porque Roth habla de los problemas del hombre moderno, el que surge tras las trincheras de 1914 y se encuentra un mundo desolado en el que no encuentra lugar: por ello critica a la sociedad burguesa (como en este Perlefter) o busca en lo que fue el mundo antes de la guerra (La marcha Radetzky) o antes de la descomposición del espíritu europeo (Job).
Además, un clásico de lo pequeño: aunque en sus narraciones trata los grandes temas (el pre-nazismo en La tela de araña; la desolación del ser humano en Hotel Savoy o La cripta de los Capuchinos; las relaciones generacionales en Zipper y su padre...), siempre nos encontramos una mirada tierna hacia lo menor, hacia los pequeños seres y las pequeñas cosas, quizá como recuerdo melancólico de su Galitzia natal, ese mundo de ayer que no volvió a recuperar.
Bueno, leed estos relatos inacabados (al final no he dicho nada concreto de ellos), o cualquier otro libro de Roth. El amigo Julio (julionarrow.blogspot.com) recomendaba Crónicas berlinesas, y yo también creo que es un libro que hay que leer. Quizá otro día comente el sentido de la modernidad en Roth, no sé, pero seguro es que volveré a hablar de él. Saludos.

15.10.06

Sambando...


Mientras voy leyendo, siempre gusto de escuchar música; últimamente, gracias al mp3, incluso por la calle o en los descansos del trabajo, siempre escucho música. La verdad es que me gustan muchos estilos y que, como casi todos, he ido cambiando a lo largo de la vida. Y también es verdad que no tengo oído y que no entiendo de clasificaciones musicales; pero no puedo pasar sin música. Desde hace tiempo, cuando compré un disco de Vinícius de Moraes y Toquinho, quedé enamorado de la música brasileña; en principio, como todos, no distinguía estilos y poco a poco aprendí lo que era un samba (es masculino en brasileiro) o una bossa nova, y ahí me quedé. Últimamente, con el éxito de una cierta música de discoteca (o de "club", como se dice ahora), o de músicos como Marisa Monte, Carlinhos Brown y otros, se ha mirado más hacia los ritmos brasileños, y fui comprando más discos, y más... Pero en una ciudad de provincias como la mía es difícil encontrar algo que no salga en los "40 insoportables", así que me metí en la red, y descubrí que era verdad aquello que decía alguien: que Brasil es un continente de músicas. He podido escuchar samba, bossa, nueva bossa, post modern bossa, electrónica, lounge, soul, funk, algo de pop, y he descubierto a grandes músicos, como Tim Maia, Sandra de Sá, Marku Ribas, Clube do Balanço, Funk como le gusta, Skank, Sambasonics... y he podido escuchar discos de otros músicos que ya conocía (para algunos esto será tontería, en fin).
De todos los blogs que he visto en la maravillosa red, el que más me gusta es loronix.blogspot.com; además de poder escuchar música desde los '60 hasta nuestros días, da muchísima información sobre cada disco. Otros interesantes son fhensofunkmusic.blogspot.com (no sólo música brasileña), saravaclub.blogspot.com, feijaotropeiro.blogspot.com, blogmusicoteca.blogspot.com... Son muchos, y todos están muy bien. Animo a todos los bloggeros brasileños a seguir dando a conocer su música, y yo espero seguir disfrutándola. Saludos

11.10.06

Libros, libros, libros...


Qué extraña es la relación de un lector habitual con los libros: normalmente bibliófago, en ocasiones los libros se convierten en esos viejos amigos a los que se abandona, no se sabe por qué, por otra gente que pasa por tu vida. Pero siempre se vuelve. Eso me ha pasado; después de un mes en que tan apenas he abierto un libro, ni siquiera los he comprado para leerlos más tarde, de repente me doy cuenta de que me falta algo, y me compro varios y los pongo en el montón de lectura, y no veo el momento de abrirlos, olerlos, casi lamerlos (ya he dicho que soy bibliófago). Ahora están esperándome tres que espero serán buenos amigos: Escenas de la vida burguesa, de Joseph Roth, del que espero escribir algo; Nuevo elogio de la locura, de Alberto Manguel; y Los hemisferios de Magdeburgo (Salón de pasos perdidos 8), de Andrés Trapiello. Bueno, os dejo (que los viejos amigos, como las antiguas amantes, son celosos del tiempo que se les dedica) con un cuadro de un pintor que creo poco conocido por aquí, Theodore Roussel, que se titula Reading Girl, y que puede que simbolice el deseo de todo lector: que no haya nada entre la lectura y él. Saludos

3.10.06

Empezamos

No sé por qué he hecho este blog; en principio para poder contestar a lo que escribe el amigo Julio en el suyo: julionarrow.blogspot.com. Ya veremos qué voy poniendo en él, supongo que ideas sobre música y literatura. Algo se me ocurrirá, pero no creo que me ocupe mucho de él. Los dioses dirán. Un saludo