21.1.07

David Vela


Me voy a adelantar a http://julionarrow.blogspot.com, porque quiero dar a conocer el blog de un ilustrador y humorista (así se define él), David Vela. Julio ya ha hablado de él en su blog, y no voy a añadir más, porque no nos hemos visto en mucho tiempo, pero sigo a distancia su trabajo, en exposiciones en nuestra ciudad, o a través de su página web, http://davidvela.tk. Ahora se ha pasado al blog, http://davidblogcartoon.blogspot.com/, y ha colgado una buena parte de su desopilante obra, agrupada en series. Su imaginación, entre un Ramón surrealista y un Ibáñez (el de Mortadelo) macabro, provoca cortocircuitos mentales a los bienpensantes. Atentos a los detalles en cada ilustración. Enhorabuena, como siempre, David

11.1.07

Una ventana abierta a la ensoñación


Hace unos días, mi amigo Julio me regaló una pequeña foto de Praga enmarcada, ésta que veis aquí (y que también podéis ver, con su comentario, en su blog, http://julionarrow.blogspot.com ). La he colocado en el centro del salón (al lado de esa ventana que casi nunca abro, la televisión), de forma que, cada vez que levanto la vista, la veo (y cuando entro en la habitación, y cuando busco un libro en los estantes, y...). La colocación fue casual, pero se ha convertido en un verdadero centro, una imagen insinuada en la distancia (pequeña, pero distancia); sólo veo una ventana abierta, no sé dónde, que muestra una torre, un puente que une dos mundos desconocidos y un camino de agua hacia algún lugar siempre mejor que aquél en el que estoy; una posibilidad de huida de la vida hacia..., especialmente cuando estoy leyendo a algún autor centroeuropeo.
Gracias, Julio, por el regalo (la verdad es que es la mejor foto que has hecho en tu vida)

Una mirada en la nieve


Hoy simplemente quiero compartir una imagen, la de un cuadro que contemplé por primera vez en Amsterdam hace algunos años, creo que en el Rijksmuseum (impresionante, aunque prefiero el Prado o la National Gallery). No conocía al autor, George Hendrik Breitner, y lo poco que he mirado en la red me muestra más su labor de fotógrafo que la de pintor. No importa, porque lo que me impresionó fue ese uso de los diferentes planos, y esa mirada (¿asustada, perdida?) de la mujer del primer plano, que vale por toda una novela (decimonónica, por supuesto). En invierno, habitualmente, es el fondo de escritorio de mi ordenador, y no me canso de mirarla ni de buscar algo más en esa mirada. Ah, el cuadro se llama "De Singelburg"