"Ferragosto", de Enjoint
El año pasado, por estas fechas, estábamos en Italia...
Etiquetas: Enjoint, Ferragosto
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Por fin he visto La leyenda del Santo Bebedor, película de Ermanno Olmi basada fielmente en el relato homónimo de Joseph Roth. Y me ha gustado, aunque es una película morosa, escasa en palabras, muy visual. Pero Rutger Hauer compone a la perfección al protagonista, Andreas, ese "santo bebedor", desesperado y a la vez vital. Es difícil hacer una película de dos horas con un relato de setenta páginas (con letra grande y espaciada; editado por Anagrama), pero Olmi lo consigue a la perfección, rellenando los huecos y silencios del relato con algunos flashbacks que no entorpecen la acción, y posando su mirada sobre lugares, objetos y personas de la ciudad de París. Y además muestra todas las ideas del relato de Roth: los milagros o casualidades (el azar siempre), la amistad, la emigración, los espejos, el ascenso y caída (realmente, es una historia en la que vemos un viaje por los infiernos...), los poderes mágicos del alcohol...; únicamente falta el cine. Y sólo dos cambios: el amigo Kaniak es boxeador en la película, mientras que en el relato es futbolista; y en la película siempre beben vino, pero en el texto es absenta, la mágica absenta de los modernistas, el alcohol que toma Andreas.Etiquetas: Ermanno Olmi, Géza von Cziffra, Joseph Roth, Santo Bebedor
Alberto Asor Rosa (apellidos palindrómicos) es uno de los críticos literarios más importantes de la Italia actual; pero también ha escrito narrativa (o autobiografía, que en esto nunca se sabe con exactitud). El alba de un mundo nuevo (Barataria) es el relato de la infancia del niño Alberto, en Roma, con la escuela, el fascismo, y en el pueblo de Artena, próximo a la capital, durante las vacaciones. Todo el relato gira en torno a estos dos polos, y en ellos vamos viendo la guerra, la rendición, la ocupación alemana y la liberación por los americanos. Leemos una Roma oscura, casi siniestra a partir de los años de guerra, con las alarmas, el racionamiento, el miedo. Y en el campo, la libertad, la extrañeza de un mundo nuevo, incluso en las palabras. Y un individuo, el niño Alberto que se va haciendo a lo largo de los doce años que abarca el relato. Es emocionante, y muy atractivo para los interesados en esta época.
n los ocupantes, su padre, sus tíos, sus abuelos han huido. Se espera una gran ofensiva que decida la guerra a favor de un bando u otro. Mientras tanto, Paolo recorre los campos, se relaciona con los colonos, con los soldados austriacos, con los niños de los campesinos, pero añora el mundo en el que la tierra era de su abuelo, y odia a los ocupantes, ensañándose en sus trastadas con Frau Mutter, la abuela de Geza. Le gustaría recuperar un caballo, y, al enterarse de que los austriacos, por no tener pienso, dan caballos a quien los pide, se encapricha de uno, al que llama Trípoli. Trípoli es el símbolo de todo lo que no tiene (su padre, el fin de la guerra, la incorporación de Trieste e Istria a Italia...) y con lo que sueña a diario. Una novela muy interesante, a veces lírica, que muestra ligeramente los problemas étnicos en Trieste (eslavos, italianos y austriacos), y con algunos personajes muy llamativos, como don Tommaso, hermano del capitán austriaco, pero italiano. Creo que sólo se editó otra novela más de Quarantotti, La onda del crucero, que tendré que sacar de la biblioteca.
dos, pero él se queda con las ovejas, aunque tendrá que huir, lo que dará lugar a la aventura más importante de su vida; él, que lo ha visto casi todo, tendrá que vagar para intentar recuperar lo que es suyo.Etiquetas: Asor Rosa, Quarantotti Gambini, Rigoni Stern