Durante mucho tiempo consideradas "Biblia de los paganos" o manual de iconografía para pintores, las
Metamorfosis de Ovidio son una de las grandes obras de la literatura occidental. Personalmente siempre había preferido su
Arte de amar, los
Amores o las
Cartas a las heroínas, porque las
Metamorfosis me parecían un conjunto de mitos en apariencia inconexos en los que el poeta no llegaba a dar todo lo que podía.
Hasta que he leído la edición de los cinco primeros libros preparada por los profesores J. C. Fernández Corte y J. Cantó Llorca, para la Biblioteca Clásica de editorial Gredos. En ella se analiza a Ovidio desde un punto de vista narratológico, haciendo uso de todas las herramientas del análisis filológico más moderno. Y así aparece un autor siempre en rebeldía con los límites impuestos por la poesía de su tiempo, y por su sociedad.
Los editores insisten constantemente en una serie de características que aproximan la obra a nuestra época, como la reflexividad, es decir, la reflexión del autor sobre lo que está haciendo en su texto; el juego de diferentes narradores, incluso el uso de narradores secundarios; la intertextualidad, especialmente con la
Eneida virgiliana, a la que siempre desea superar, y tambié
n la intratextualidad (las referencias a su propio texto); la originalidad en el uso de la retórica de su época; la alusión y la elusión; la mezcla de géneros; el análisis sicológico de los personajes...
Además, Ovidio siempre nos da versiones diferentes de mitos y leyendas, que han conseguido imponerse con el tiempo; especialmente rivaliza con las versiones "oficiales" de Virgilio y los poetas "cortesanos"; Ovidio jugó a ser "rebelde" y a criticar larvadamente al poder, como sucede al principio de la obra: compara a Augusto con Júpiter, para seguir contando las violaciones que cometió Júpiter; si no está llamando a Augusto mujeriego... Todo ello está enmarcado en una poderosa filología (las notas a pie de página son de lo mejor que he leído nunca), lo que es de agradecer en estos tiempos
Por otra parte, Ovidio es un gran narrador, capaz de unir historias aparentemente dispares, y llevar en su mente continuamente el esquema (todavía desconocido) de su obra. Es una lástima que los clásicos sean los grandes olvidados de la cultura occidental en la actualidad, porque muchos de estos relatos atraen poderosamente a los adolescentes cuando los conocen (algunos son totalmente gore), y sirven, si se cuentan bien, para acercar a los jóvenes predispuestos a la lectura.
En fin, que espero que salgan pronto los otros dos tomos de Metamorfosis (y que la biblioteca pública los compre).
Etiquetas: Literatura grecolatina, Metamorfosis, Ovidio